El seguro de vida universal indexado (IUL) es una herramienta financiera poderosa y versátil, pero como ocurre con muchos productos complejos, está rodeado de mitos y malentendidos que pueden impedir que las personas tomen decisiones informadas. En muchos casos, estos mitos no solo surgen de la falta de información, sino también de agentes mal preparados o poco éticos que no explican correctamente cómo funciona este tipo de póliza. Por eso, al considerar una IUL, es tan importante derribar los mitos como encontrar un agente de seguros en quien realmente se pueda confiar.
Uno de los mitos más comunes es que la IUL es solo para personas ricas. Esta idea ha alejado a muchas familias trabajadoras de una solución que podría brindarles protección financiera, crecimiento patrimonial y beneficios fiscales. La verdad es que las IUL pueden adaptarse a presupuestos variados. De hecho, con una buena planificación, muchas personas de clase media pueden acceder a una póliza que no solo les protege, sino que también les permite construir un fondo de ahorro a largo plazo.
Otro mito frecuente es que las IUL son demasiado complicadas y arriesgadas. Si bien es cierto que no son productos simples como un seguro de vida a término, eso no las hace riesgosas ni incomprensibles. Lo que sí se necesita es una buena explicación. Las IUL tienen una estructura clara: parte de la prima se destina al costo del seguro, y otra parte se acumula en una cuenta que gana intereses vinculados a un índice bursátil. Con el acompañamiento adecuado, cualquier persona puede entender cómo funciona su póliza y aprovechar sus beneficios con seguridad y confianza.
También se suele decir que las IUL no cumplen lo que prometen, o que “nunca crecen como dicen”. Este mito nace, muchas veces, de experiencias negativas con agentes que sobreprometen, hacen proyecciones poco realistas o no explican bien las condiciones de crecimiento. Aquí es donde se hace evidente la importancia de tener un agente de seguros profesional, ético y comprometido. Un buen agente no solo vende una póliza, sino que educa, acompaña, evalúa la situación financiera del cliente y diseña una estrategia personalizada a largo plazo.
La confianza en el agente de seguros es tan importante como el producto mismo. Un agente capacitado explicará tanto los beneficios como las limitaciones de una IUL, usará proyecciones conservadoras y será transparente con los costos asociados. Además, ofrecerá seguimiento continuo, revisará la póliza con el cliente de forma regular y estará disponible para responder dudas, ajustar el plan y brindar tranquilidad. El cliente no solo necesita una póliza bien estructurada; necesita una relación de confianza y asesoramiento duradero.
Hoy en día, cuando tantos se informan por redes sociales o YouTube, abundan los mensajes contradictorios sobre las IUL. Por eso, contar con una persona real, que conozca el producto a fondo y esté comprometida con el bienestar del cliente, es más importante que nunca. Un buen agente no presiona, no vende por vender: escucha, analiza y propone soluciones.
En conclusión, las IUL son una gran herramienta financiera cuando se entienden bien y se utilizan correctamente. Pero para que realmente funcionen, es fundamental derribar los mitos que las rodean y, sobre todo, contar con un agente confiable, honesto y profesional. Porque más allá del producto, lo que marca la diferencia es la guía humana detrás del proceso: alguien que te escuche, que te explique y que te acompañe, no solo al momento de la firma, sino durante toda la vida de la póliza.